Después de varios años sin su símbolo principal, la Catedral Basílica de Santa Marta volvió a lucir una Cruz en lo alto de su cúpula. La instalación fue posible gracias a las contribuciones de los feligreses y a la gestión del párroco José Javier Garcerant Castro, quien impulsó la iniciativa.
La nueva Cruz fue presentada a la comunidad durante una Eucaristía especial en la que el sacerdote realizó su bendición, gesto que fue recibido con aplausos por los asistentes. Para los creyentes, la presencia de este signo religioso en lo alto del templo no solo embellece la Catedral, sino que también representa protección para la ciudad y un recordatorio visible de la fe que comparten sus habitantes.
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