La Corporación Autónoma Regional del Magdalena (CORPAMAG) lanzó un llamado de atención sobre el tráfico ilegal de fauna silvestre, una práctica que amenaza directamente la biodiversidad de nuestros ecosistemas. Entre las especies más afectadas se encuentran las hicoteas, babillas, morrocoy y el caimán aguja.
Según la entidad, cada año miles de estos animales son capturados, vendidos o consumidos de manera ilegal, poniendo en riesgo su supervivencia y el equilibrio ambiental de la región. Estos reptiles y tortugas no solo cumplen un rol clave en sus hábitats, sino que también son indicadores de la salud de los ecosistemas.
CORPAMAG recuerda que el tráfico de fauna silvestre es un delito tipificado en la legislación colombiana y que las autoridades están facultadas para imponer sanciones a quienes infrinjan la norma.
La corporación invita a la ciudadanía a proteger estas especies evitando su compra o consumo, denunciando cualquier actividad sospechosa y fomentando la educación ambiental para preservar la riqueza natural de la región.
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