Cajamag llevo hasta comunidades Kogui y Arhuaca, de la Sierra Nevada utiles escolares a los niños y adolescentes con una mezcla de paciencia y emoción. En el caso de los Kogui, la jornada estuvo acompañada de un gesto que multiplicó sonrisas: la entrega de útiles escolares. “Esto para nosotros es muy importante. No solo recibimos libros, también herramientas para que nuestros hijos aprendan mejor”, comentó una madre Kogui, mientras sujetaba la mano de su hija de 8 años.
Para Mateo Niño, la experiencia fue reveladora. “Estoy muy feliz de haber vivido esto. Me impresiona que sean los propios líderes indígenas quienes carguen los libros en burritos o mulas y recorran estas distancias. No es solo un acto de entrega, es un acto de amor por la cultura y por el futuro de sus comunidades”, dijo, visiblemente conmovido.
Uno de esos líderes es Lorenzo Gil, biblioburrista Kogui, que desde hace años asume la misión de llevar lectura entre pueblos distantes. “A veces caminamos horas. Es duro, sí, pero la recompensa es ver la cara de los niños cuando abren un libro. Ahí se les despierta la imaginación, aprenden cosas nuevas y se sienten parte de algo más grande”, relató.
Con varios años de trayectoria, el Biblioburro de Cajamag sigue siendo ejemplo de cómo la lectura puede cruzar montañas y conectar mundos. Entre trochas, mochilas, libros y sonrisas, queda claro que, en estos parajes, un burrito cargado de historias es también un cargador de sueños.
Lea Tambien: Gobierno clasificó a las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada como grupo armado organizado