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jueves, junio 12, 2025

Estás reflexiones dejó el conversatorio “El mar que nos une”

DestacadaEstás reflexiones dejó el conversatorio "El mar que nos une"
Universidad del Magdalena

En los días que conmemoran el Día Mundial del Medio Ambiente y el Día Mundial de los Océanos, la Universidad del Magdalena se convirtió en epicentro de una reflexión profunda sobre el futuro de nuestros mares.

El conversatorio “Por la Sostenibilidad de los Océanos, el Mar que nos Une” reunió voces expertas de la academia, el gobierno, centros de investigación y el sector privado para abordar una pregunta fundamental: ¿cómo podemos garantizar que el océano mantenga su salud, diversidad y productividad para las generaciones futuras?

“El mar es un nuevo territorio maritorio específicamente en el que se presentan oportunidades para todos”, expresó Rocío Tijaro Rojas, Decana de la Facultad de Ingeniería. Esta visión trasciende las disciplinas tradicionalmente asociadas con el mar, abriendo espacios para antropólogos, ingenieros civiles, economistas y múltiples profesionales que pueden aportar desde sus áreas de conocimiento.

La conexión entre tierra y mar se presenta como un elemento clave para entender la complejidad oceánica. Los ecosistemas marinos no existen en aislamiento; están intrínsecamente ligados a lo que ocurre en las montañas, los ríos y las tierras continentales. Esta interconexión subraya una realidad paradójica: las zonas costeras más ricas en biodiversidad coinciden frecuentemente con los más altos índices de pobreza multidimensional, evidenciando la urgente necesidad de un desarrollo sostenible e inclusivo.

Redefiniendo la sostenibilidad oceánica

Marta Vides Casado, Jefe de la Línea de Investigación del Invemar, ofreció una definición pragmática de la sostenibilidad oceánica: “Sacar el máximo provecho con la menor intervención posible”. Esta perspectiva implica un cambio de paradigma en la gestión, integrando enfoques ambientales, ecosistémicos, culturales y económicos para lograr un equilibrio en la calidad ambiental de los océanos a corto, mediano y largo plazo.

Las acciones necesarias para alcanzar esta sostenibilidad son múltiples y complejas. Incluyen desde la reducción de la contaminación marina por plásticos y microplásticos hasta la protección y restauración de ecosistemas críticos como arrecifes de coral, manglares y praderas de pastos marinos. También abarcan la gestión sostenible de recursos pesqueros, el monitoreo de la salud ecosistémica, y el desarrollo de infraestructura resiliente que incorpore tecnologías sostenibles.

El conversatorio adoptó como marco de referencia los diez desafíos del Decenio del Océano de las Naciones Unidas, identificando aquellos particularmente urgentes para Colombia. La contaminación marina, especialmente por plásticos en las costas del Caribe, emerge como una prioridad inmediata. La protección y restauración de ecosistemas cobra vital importancia para la seguridad alimentaria y la resiliencia comunitaria.

El cambio climático presenta desafíos específicos como la erosión costera, el ascenso del nivel del mar y la intensificación de eventos extremos. Estos fenómenos requieren soluciones oceánicas innovadoras y el fortalecimiento de la resiliencia de las comunidades costeras ante los peligros oceánicos.

César Grisales López, Capitán de Puerto de Santa Marta, enfatizó la importancia transversal de la educación: “Yo me iría por educación, sin duda alguna… transversal, educación transversal”. Esta perspectiva subraya que la educación no es solo un desafío más, sino el elemento fundamental que permite abordar todos los demás.

Innovación y participación comunitaria

El proyecto Impact Energy Co, Ruta Eólica, presentado durante el evento, ejemplifica la integración de tecnologías emergentes con participación comunitaria. Financiado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos y ejecutado por la Universidad del Magdalena, este proyecto busca evaluar los impactos ambientales y sociales de la energía eólica offshore, incorporando inteligencia artificial, big data, internet de las cosas y blockchain.

John Taborda Giraldo, Director del Instituto Biored Unimagdalena, destacó una reflexión profunda: “Los datos solo generan transformación si son comprendidos, apropiados y discutidos por quienes habitan los territorios”. Esta perspectiva llevó al desarrollo de estrategias innovadoras como “Mensajeros de la Transición” y la construcción de narrativas bioculturales que conecten la ciencia con las comunidades locales.

El proyecto reconoce un diagnóstico social complejo en la Alta Guajira, donde coexisten desconfianza, desconocimiento técnico, percepción de proyectos externos, y preocupaciones culturales sobre la “captura del viento” que trascienden lo meramente económico para tocar valores espirituales y simbólicos del territorio.

Un impulso gubernamental decidido

El lanzamiento oficial de la convocatoria “Océanos, Clima y Recursos Marino Costeros” por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación marca un hito en el compromiso gubernamental con la investigación oceánica. Con una inversión de 5.000 millones de pesos, esta iniciativa busca generar soluciones e innovaciones específicas para el mar Caribe y la región Caribe.

Ana Lucía Caicedo, Viceministra de Conocimiento, Innovación y Productividad, subrayó la importancia de la articulación multidisciplinaria y la integración de jóvenes investigadores e innovadores, tanto vinculados a instituciones de educación superior como avalados por organizaciones de la sociedad civil. Esta estrategia reconoce el valor del saber local y el emprendimiento juvenil como motores de transformación.

La convocatoria se estructura en tres líneas temáticas fundamentales: mitigación y adaptación al cambio climático, ingeniería y tecnologías marinocosteras para abordar problemas como contaminación y erosión, y aprovechamiento sostenible de recursos hidrobiológicos impulsando la economía circular.

Finalmente, como reflexionó John Taborda Giraldo: “la inteligencia artificial a veces nos puede volver también más humanos”, sugiriendo que las tecnologías avanzadas, cuando se aplican con sabiduría y participación comunitaria, pueden fortalecer los vínculos entre las personas y su territorio marítimo.

El océano Caribe, ese “mar que nos une”, requiere más que nunca una gestión que honre tanto su riqueza natural como la diversidad cultural de quienes dependen de él. La sostenibilidad oceánica no es solo un objetivo técnico; es un compromiso generacional con la vida misma que florece en la intersección entre el agua y la tierra, entre la tradición y la innovación, entre lo local y lo global.

Para revivir la transmisión en vivo del evento dar click acá

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