Este jueves 8 de mayo de 2025, la Iglesia Católica anunció la elección de su nuevo líder espiritual: el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost, quien asumirá el papado bajo el nombre de León XIV. La tradicional fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 18:07 (hora local), señalando que los 133 cardenales reunidos en cónclave habían alcanzado un consenso en la cuarta votación .  
León XIV se convierte en el 267º sucesor de San Pedro y el primer pontífice originario de Estados Unidos, rompiendo así una tradición de más de dos siglos sin papas provenientes de una potencia mundial . Nacido en Chicago en 1955, Prevost posee raíces franco-italianas y españolas por parte de su madre. Su trayectoria pastoral incluye décadas de servicio misionero en Perú, donde fue obispo de Chiclayo y obtuvo la ciudadanía peruana en 2015 .  
En su primer discurso desde el balcón de la Basílica de San Pedro, León XIV expresó: “La paz esté con vosotros. La voz valiente del papa Francisco bendijo a Roma. Permitidme seguir esa bendición. Dios nos quiere, nos ama a todos, y el mal no prevalecer … “. Además, dedicó unas palabras en español a su … “, reflejando su profundo vínculo con América Latina . 
La elección de León XIV ocurre tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril, a los 88 años, debido a un ictus cerebral. El funeral de Francisco reunió a líderes mundiales y miles de fieles en Roma, marcando el fin de un pontificado caracterizado por la apertura y el compromiso con las periferias . 
Con una sólida formación académica en Matemáticas, Filosofía y Teología, y experiencia en la administración eclesiástica como prefecto del Dicasterio para los Obispos desde enero de 2023, León XIV enfrenta desafíos como la unidad eclesiástica, la crisis vocacional y la secularización. Su elección simboliza un puente entre continentes y culturas, y se espera que continúe las reformas iniciadas por su predecesor, promoviendo una Iglesia más inclusiva y comprometida con la justicia social . 
La Plaza de San Pedro, colmada de fieles de todo el mundo, celebró con júbilo la elección del nuevo pontífice, marcando el inicio de una nueva etapa en la historia de la Iglesia Católica.
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