Una turista de nacionalidad holandesa permanece bajo observación médica y recibe acompañamiento psicológico luego de haber denunciado un abuso sexual del cual fue víctima en Minca: un destino reconocido por su ambiente de retiro espiritual y su reputación de seguridad para visitantes extranjeros ubicado en jurisdicción de Santa Marta.
El impacto emocional de lo ocurrido la dejó en estado de shock, con signos de ansiedad y llanto incontenible, según fuentes del centro asistencial citadas por El Tiempo. La prioridad médica es estabilizarla y determinar si existen lesiones compatibles con abuso sexual o acceso carnal violento.
El caso de la mujer foránea, de 31 años, ya está en investigación judicial y ha generado inquietud entre los prestadores de servicios turísticos de la zona.
Según recogió el citado medio, el hecho se produjo cuando la extranjera, alojada en el hostal, contrató un masaje relajante ofrecido por un terapeuta recomendado por el propio establecimiento. La confianza depositada en la recomendación institucional la llevó a acceder al servicio.
Según su testimonio, el procedimiento transcurría con normalidad hasta que el masajista, aprovechando el acceso a su cuerpo, comenzó a tocarla en zonas íntimas sin consentimiento. La situación escaló cuando el hombre le pasó la lengua por partes sensibles, lo que provocó que la víctima se levantara de forma abrupta de la camilla y abandonara el cuarto en estado de angustia.
Presunto abuso en Santa Marta
La reacción inmediata de la turista fue acudir a la administración del hostal para relatar lo sucedido. Aunque fue escuchada, no recibió una respuesta clara ni acciones concretas frente al comportamiento del terapeuta señalado.
Ante la falta de reacción institucional, la ciudadana holandesa decidió acudir a las autoridades y formalizó una denuncia por abuso sexual ante la Policía de Santa Marta. En la denuncia entregó el nombre completo y la cédula del presunto agresor, datos que el hostal había registrado como parte del protocolo del servicio.
Sobre este caso, la Fiscalía y la Unidad de Delitos Sexuales de la Policía Metropolitana asumieron el caso y comenzaron la recolección de pruebas y testimonios. El presunto agresor, plenamente identificado, residía en Santa Marta y ofrecía servicios de masaje por encargo en varios hostales de la región y aunque su nombre no ha sido revelado oficialmente, las autoridades confirmaron que ya se encuentra vinculado al caso.
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